La chica ayudo a Alex a desnudar totalmente a
Arianne bajo la mirada expectante de sus 5 amantes. Arianne se recostó en un
extremo de la cama mientras Alex se arrodillo dispuesto a penetrarla mientras
la chica americana en cuestión besaba todo su cuerpo.
Al inicio, solo aquella chica interactuaba con
nosotros mientras el resto de nuestros compañeros de cama solo miraban, pero
poco a poco se fueron integrando.
De un momento a otro nos encontramos con 5
pares manos acariciando a Arianne mientras la chica que comenzó todo, le besaba
todo el cuerpo y Alex la envestía tomándola por la cintura.
Arianne no pudo resistir más y tuvo un orgasmo
sensacional.
Como la etiqueta en Club Sesso lo marca
agradecimos las atenciones de nuestros nuevos amigos mientras nos vestimos para
salir a rehidratarnos y cenar.
Durante la cena conocimos a unas parejas
locales que son asistentes asiduos del club. Ellos nos contaron un poco de la
historia del lugar, su filosofía y por qué, de acuerdo a ellos, es el mejor
club swinger de la costa oeste (y posiblemente del país). Ellos aseguran que el
éxito del club se debe a que todo dentro del lugar está pensado para la
comodidad y el goce de las mujeres, esto hace que sean ellas las que quieran
regresar y por lo tanto sus parejas estarían más que contentos de volver.
Esta filosofía aplica al 100% en nosotros.
Arianne es la vela que da dirección a nuestro matrimonio en términos de nuestras
aventuras y en muchas cosas más.
Un poco después llegaron al comedor las 3
parejas con las que compartimos el cuerpo de Arianne y tuvimos la oportunidad
de presentarnos y conocernos. Todos ellos eran habitantes del estado de Oregón
y se mostraron bastante amables y cálidos.
Después de una rica cena con personas muy
agradables decidimos que la velada aún no había terminado para nosotros.
Después de otro paseo por segundo nivel del club mirando decenas de cuerpos
desnudos y semidesnudos estábamos listos para regresar al play room del primer
nivel.
La temática de esa noche era “Champagne Party”,
nosotros solo vimos pasar las copas de Champagne y fresas con chocolate, ya
nuestros bocas estaban muy ocupadas besando otros labios y cuerpos.
Ya pasaban de las 2:00 am las personas poco a
poco se empezaban a retirar y ahora si encontramos cama libre en nuestra
habitación favorita.
Sexy y lentamente Arianne se desnudó para Alex,
algunos hombres desviaron la mirada de sus parejas para centrar su atención en
Ari por un instante. ¿Quién los puede culpar?
Hicimos varias posiciones, Alex encima, Arianne
encima, ambos acostados… todo mientras una pareja nos miraba atentamente. La
chica se acercó a Arianne y adivinen que preguntó… Correcto. May I touch? La
respuesta fue rápida y contundente. Sí.
La chica empezó a tocar Arianne mientras Alex
la envestía por detrás. El otro chico al mirar esto no se podía quedar atrás,
se desnudó, desnudo a su esposa y mientras ella se reclinaba para besar a
Arianne la penetro también por detrás.
Con una mano Alex tocaba las tetas de la chica
caucásica y con la otra acariciaba a Arianne. Las manos de ellas se enredaban
en sus cuerpos desesperadamente. El chico se conformó con tocar el culo de su
esposa. Aún no
sabemos por qué.
La chica rubia tomo la mano de Alex para que acariciara
su cabello, algo nuevo para Alex y que parecía que la chica lo disfrutaba
mucho.
Un poco después la chica soltó un pequeño
gemido seguido de uno mucho más grande mientras se venía moviendo su cuerpo
contra su pareja. Al poco tiempo su esposo la acompaño en su orgasmo con la
mirada puesta en el hermoso beso que las chicas se estaban dando.
Alex terminó un poco después sin contener sus
gemidos, que a su vez invitaron a que
Arianne terminará. Parecía que nos habíamos puesto de acuerdo para hacer un
coro orgásmico.
Nos despedimos con una sonrisa y Arianne le
robo un último beso a la rubia.
El club estaba a punto de cerrar, la mayor
parte de los asistentes ya se habían retirado; todo indicaba pues que era hora
de terminar la noche.
Nos vestimos de nuevo, tomamos nuestros abrigos
y salimos a al frío clima de las noches de Portland con una sonrisa de oreja a
oreja y una con deseos de regresar.
Así lo hicimos.
Regresamos un par de veces durante este preciso
viaje y una vez más unos meses después. En cada una de nuestras visitas vivimos
algo nuevo y excitante que les contaremos más adelante.
Suman ya 4 las veces que hemos visitado el
“Club Sesso” (convirtiéndose así en nuestro club favorito) y si el destino lo
permite ese número se incrementará por mucho.
Ron Jeremy: Dios bendiga tu alma lujuriosa.
AyA