sábado, 16 de enero de 2016

Nuestra mejor noche en un club Swinger.


Empezaba una de las mejores noches que hemos tenido en el ambiente Swinger hasta la fecha. Estábamos en la aún pequeña fila del Miami Velvet para poder registrarnos e ingresar al club. Eran más de las 11:00 pm y al parecer el ambiente apenas estaba cobrando vida.
Habíamos llegado caminando desde el hotel en el que estábamos hospedados, el cual se encuentra a espaldas del club. Empezábamos a sentir la adrenalina corriendo por nuestras venas.
<<Esta va a ser una gran noche>>.



Arianne vestía uno de sus diminutos/entallados vestidos negros que le gusta usar para estas ocasiones, se veía deslumbrante… toda una fantasía para cualquiera de los que en ese momento estábamos en la línea de registro.
Yo cargaba nuestra botella de Cava envuelta en una de esas bolsas de papel cartón que dan en las licorerías americanas para disimular que estas portando alcohol en plena calle. Miraba el reloj un poco desesperado por entrar.
<<Es casi la media noche y nosotros afuera>>.

Pasaron las 4 ó 5 parejas que estaban delante de nosotros y por fin pudimos registrarnos. Nos asignaron un número de invitado y etiquetaron nuestra botella. Fue entonces que entramos por primera vez al club que tanta fama internacional tiene.
Dejamos la botella en el bar de la pista de ritmos Latinos y le pedimos al barman que nos sirviera nuestra primera copa para ir entrando en calor. Bailamos un par de canciones pero nos ganó la curiosidad y fuimos a recorrer el club. Recorrimos sus varios pasillos y secciones hasta llegar a la zona de lockers donde te asignan un casillero en el  que debes de dejar tu ropa y tomar una toalla para entrar a jugar. Echamos un vistazo… y la sección de juegos estaba prácticamente sola, decidimos regresar a bailar esperando que más parejas inundarán el play room.
Al regresar la pista se sentía mucho más llena, el reloj rozaba la media noche y al parecer el club cobraba vida, entonces decidimos darle una oportunidad al área de música dance.

Pista de Baile en Miami Velvet

Nos sentamos en una de las camas que rodean la pista, junto a nosotros se encontraba trío conformado por dos chicas y un chico caucásicos, todos ellos atractivos y un poco más jóvenes que nosotros. Empezamos a hablar con ellos de manera relajada, ellos parecían interesados, nosotros también lo estábamos.
<<¿Tendremos hoy nuestro primer quinteto?>>

Durante la charla nos enteramos que las dos chicas eran mejores amigas, que la pareja buscaba otra pareja para intercambio completo y que la chica esperaba tener su primer trío, pero que de ninguna manera estaban interesados en participar juntos. Esto, según ellos, para mantener sana su amistad.

La chica sola, que por cierto se llama Trisha, invitó a Arianne a bailar… yo mientras tanto me quedé hablando con la pareja sobre el club y de cómo les había ido como miembros.
De reojo miraba a Arianne y a Trisha bailar cada vez de manera más cercana, veía como se hablaban al oído y sonreían juguetonamente. Conozco perfectamente esa sonrisa y esa mirada de Arianne. Me encanta verla seducir, me encanta verla coquetear, es una fiera cazando a su presa… de la manera más sexy.

Después de bailar un par de canciones se acercó y me dijo: “Quiere estar con nosotros. ¿Qué dices, nos animamos?”
Honestamente la pregunta estaba de más. “Toma unos condones y vamos a buscar un cuarto privado”, me dijo. Pocas veces he tomado una orden directa con tanto entusiasmo, así lo hice. Por suerte y gracias a que aún era temprano encontramos un cuarto libre.

I kiss girls at Miami Velvet

Como ya se ha vuelto costumbre para nosotros, al momento de hacer un trío las chicas son las que empiezan el juego mientras yo me deleito de las mejores escenas que mis ojos han podido ver. Siempre le he dicho a Arianne que me encanta ver como besa a otras personas, especialmente cuando besa a chicas atractivas, este era el caso una vez más.
Poco a poco fueron perdiendo la ropa hasta quedar completamente desnudas, fue entonces cuando me invitaron a participar. Demasiadas caricias, demasiados besos y al parecer había espacio para más, nunca parecieron suficientes.
Trisha se desenvolvía bastante bien para ser su primer trío… aún seguimos dudando que fuera en realidad su primero. Probamos tantas posiciones y variantes como pudimos, ninguno de los tres parecía saciarse, estábamos disfrutando tanto el momento que no queríamos que terminara… al menos yo quería que durara toda la noche.
Ver los hermosos senos de Arianne frotándose con los de  Trisha es una imagen que no puedo y no quiero olvidar.
Al final, después de casi una hora después de estar encerrados, Arianne y nuestra amiga gringa se sentaron en una de las orillas de la cama, juntaron sus tetas y yo me vine sobre ellas. Una fantasía que ya había cumplido anteriormente y que sin duda quiero seguir repitiendo.
Nos despedimos entre sonrisas y besos… después de cambiarnos Arianne y yo salimos a seguir buscando aventuras.

Regresamos a la pista a refrescarnos y rehidratarnos. Había ya muy poca gente bailando, lo cual indicaba que todas las parejas ya estaban jugando en el play room. Nos apresuramos a tomar nuestras bebidas y nos dirigimos a la zona de lockers, donde ni tarde ni perezosos no quitamos de nuevo la ropa sin el menor pudor.
Dimos una vuelta por los cuartos del play room. Gente sexy por todos lados haciendo de todo… tríos, intercambios, sexo grupal y todo lo que uno se pudiera imaginar.

En uno de los sillones se desarrollaba una escena que llamó nuestra atención. Una chico envistiendo a una hermosa mujer por detrás mientras otras 3 chicas se masturbaban y besaban. Le dije a Arianne una frase que ya le había dicho en otra ocasión: “En esa escena sólo faltas tú”.
Me miro, con esa sonrisa picará que me vuelve loco y fue hacia las tres chicas. “¿Puedo unirme?”, les preguntó.

En pocos segundos, el trío se convirtió en cuarteto y todos los que se encontraban en ese momento en el play room se dedicaron a ver una de las mejores escena porno que se puede ver en vivo. 4 hermosas y voluptuosas mujeres dándose placer una a la otra. Yo me senté en un sillón a disfrutar de semejante espectáculo. Después de varios minutos jugando le tocaba a Arianne disfrutar y ser el centro de atención de las otras 3 chicas. Se sentó en medio del sillón mientras una de las chicas le hacía sexo oral, otra chupaba sus tetas y la última la besaba. Como era de esperar, Arianne no tardo en venirse de una manera en que no pasó por desapercibida.
La chica que le dio el sexo oral y la cual recibió el orgasmo de Arianne en la boca le dijo en un español muy fluido: “Me encanta como sabe tu bollo”. Ahí nos dimos cuenta que las chicas eran Colombianas.

Chicas en el Playroom de Miami Velvet


Sonrisas, besos y una breve despedida siguieron después del orgasmo de Arianne. Yo estaba excitado a más no poder. Había esperado paciente mi turno, ahora era mi momento de disfrutar a mi esposa.
Sin hacerle ningún comentario la tomé de la mano y la llevé a otro de los cuartos del play room, en el cual se encuentra la cama con mayores dimensiones.
Ahí se hallaban unas 6 o 7 parejas, ninguna intercambiando o interactuando. Buscamos un cómodo lugar junto a una pareja formada por un chico caucásico y una afroamericana de un cuerpo escultural.

Tumbe de espaldas a Arianne y comencé a penetrarla con suavidad mientras mirábamos los cuerpos que nos rodeaban. Algo que debo mencionar es el espejo de techo que cubre el cuarto, sin duda da una perspectiva diferente de lo que está pasando alrededor. Deja ver una perspectiva panorámica muy disfrutable y excitante.
La atractiva pareja interracial a nuestro lado no parecía estar interesados en interactuar, por lo tanto nosotros decidimos no intentar acercamiento alguno y nos dedicamos a disfrutar el uno del otro.
Puse entonces a Arianne de costado para seguir embistiéndola mientras ella miraba ávidamente al resto de las parejas que compartían nuestra habitación. Mirar el cuerpo de Arianne, ver el movimiento de sus grandes tetas, escuchar los gemidos de las otras parejas y sentir la sensualidad flotando en el aire me hizo venir.
Nos recostamos mirándonos de frente, no podíamos creer la buena noche que habíamos tenido, si la hubiéramos planeado no  hubiera salido tan bien. Pero el reloj ya marcaba la cuatro de la mañana  nuestros cuerpos necesitaban un poco de descanso para encarar el vuelo de regreso a casa que nos esperaba la mañana siguiente.

Nos dirigimos a la sala de locker y ahí encontramos a las chicas Colombianas de nuevo. Nos presentamos formalmente y nos enteramos que el chico que estaba en el sofá follando con otra chica caucásica era esposo de una de ellas, otra de ellas era novia de la dicha pareja y la tercera en cuestión era una amiga invitada de ellos.
He de decir que nunca he tenido una charla tan amena estando desnudo, en ese momento la desnudez de los 6 parecía no interrumpir las bromas y la buena charla, que por cierto llamaba mucho la atención del resto de las personas ya que estábamos hablando en español.
Nos vestimos mientras traducíamos malas palabras del mexicano al colombiano y viceversa y caminamos juntos a la salida, intercambiamos teléfonos y nos despedimos esperando volver a encontrarnos.

Arianne y yo regresamos caminando a nuestro hotel con una sonrisa de oreja a oreja. Nos quedan pocas horas en Miami antes de regresar a casa pero eso ya no importaba, la visita a la hermosa ciudad del sur de Florida había dado sus dividendos y superado nuestras expectativas.

Prometimos regresar… y así lo hicimos. Pero eso ya lo relataremos en una próxima publicación.





AyA

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